Dietas mixtas para perros más sanos


Sabes que una dieta natural es la opción más sana para tu perro. Pero quizás todavía no estás en el momento para un cambio total. Una dieta mixta es una opción para muchas personas.
Después de todo, durante mucho tiempo se les ha alimentado de sobras de la mesa, y todavía hoy. Yo no lo voy a negar, muchas veces cocino pensando en que si pongo un poco de más, algo caerá en el plato de mi perro. Si, estoy a favor de las sobras, sí, solo si son sanas.
Y si no puedes dar alimentación natural al cien por cien, añadir una parte encima de la comida procesada, tiene todo el sentido. No cualquier alimento, no en cualquier cantidad.

¿Cómo empezar con una dieta mixta?

Investigadores han demostrado que solo añadiendo un 20% de alimentos frescos naturales a la dieta de los perros, tiene un impacto beneficioso en su salud.
Durante años fue algo que se cuestionaba y debatía. Las principales razones eran la diferencia en los procesos digestivos de estos tipos de alimento y la acidez del estómago.

Las croquetas o pienso, por el almidón que llevan y que es necesario para darles forma en el proceso de fabricación, alteran el ph digestivo del perro, disminuyendo su acidez.

Este entorno menos ácido tiene asociados algunos problemas;

  1. Los huesos en la dieta. Requieren para su digestión de un entorno ácido. Esta acidez hace que, químicamente, los huesos adquieran una consistencia flexible que hace posible su digestión, e impide que causen obstrucciones intestinales.
  2. Las proteínas. Sucede lo mismo con la digestión de la proteína. Requiere una enzima, la pepsina, para poder digerir los aminoácidos en el estómago. Y un entorno ácido para poderse liberar. Si no se produce esta liberación, parte de las proteínas pasan sin digerir al intestino. Esta mala digestión está relacionada con procesos inflamatorios y de forma crónica se asocia con permeabilidad del intestino y otras patologías.
  3. Riesgo de infecciones bacterianas. Un ph más elevado existe un riesgo mayor frente a bacterias como la salmonella y el E-coli.

Ajustes recomendados

Hay varios ajustes que se pueden realizar para evitar estos riesgos y que la mezcla de dietas naturales y procesadas sea segura, y beneficiosa para la salud del perro. Considera añadir estos alimentos

  • Probióticos y prebióticos a la dieta. Las bacterias intestinales “beneficiosas” ayudarán a contrarrestar la acción de las bacterias patógenas. También contribuyen a la producción de enzimas digestivas. Estas son algunas de las mejores opciones que puedes valorar para añadir a la dieta, lee más aquí.
  • Vinagre de manzana. Que sea biológico u orgánico. Añadido a la comida, ayuda a reducir el ph del intestino, con lo que los procesos digestivos se facilitan.
    Una de las más formas más fáciles es añadirlo en una mezcla de verduras y frutas, para que el sabor y el olor no sean tan fuertes. Una cucharadita debería ser suficiente.
    Además, el vinagre también puede contribuir a eliminar bacterias patógenas.
  • Huesos crudos. Si mezclas alimentos, habría que mantener precaución con los huesos. Puedes centrarte en alimentos nutritivos en su lugar, y cuando pongas huevo, añadir la cáscara.
    Si consideras un cambio completo a dieta natural, también es recomendable esperar unas semanas después de introducir la proteína para pasar al hueso carnoso.

Empieza poco a poco, es decir, con pequeñas cantidades. Si tu objetivo es llegar a ese 20%, hazlo de forma gradual para ayudar al sistema digestivo de tu perro en la transición.
Puedes exceder ese porcentaje, y tu perro tendrá todavía una dieta más saludable. Pero a mayor porcentaje de alimentos naturales, deberás tener cuidado de que sean equilibrados.

No es complicado, pero tienes que asesorarte e informarte. Así evitaras errores que puedan provocar carencias nutricionales.

Una recomendación sencilla es añadir verduras y frutas, variadas. La mayoría tienen fibra y acción prebiótica que beneficia el organismo, y están llenas de vitaminas y minerales. Puedes considerar algunas semillas como las de girasol, calabaza, chía o lino, que también aportan omega-3. En esta misma línea, considera sardinas o caballa.
Un imprescindible, fácil y económico, que siempre hay en cualquier cocina es el huevo. Es difícil encontrar un alimento más completo. También puedes añadir alguna carne, en crudo o un poco cocinada, lo mejor, variarlas.

Y recuerda, tendrás que reducir parte de la comida procesada, parece una obviedad, pero si tu perro está en su peso, la cantidad que tienes que darle es equivalente. Puedes estimar que la comida natural lleva mucha más agua, por tanto, no tendrás que sustituir la misma cantidad. La parte de comida natural no será un 20% de lo que le das en seca, sino más. Alrededor del 50% más.
Si, por ejemplo, le alimentas con 300 gr de comida seca, y le vas a reducir a 240 gr, tendrás aproximadamente que darle unos 120 gr de alimento natural.

Esto es una estimación, porque habría que considerar también el índice calórico de los alimentos que estás añadiendo, Pero tratándose de un porcentaje tan pequeño y de que hay que ir variando, tampoco pequemos de cuadriculados. Sentido común.

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