Ejercicio físico para tu perro, y mejora su comportamiento

¡SÍ! Pero no todo vale

Acabo de encontrarme un video con casi 200.000 visualizaciones recomendando actividades para desarrollar la musculatura del perro.
Para contextualizar, estaba buscando videos sobre “los músculos del perro” a nivel anatómico, y se me ha colado uno con perros “bull” en la imagen de portada que decía dar propuestas para desarrollar la musculatura en el perro.
Me ha parecido curioso, porque en mi libro “La cruda ansiedad canina” (que puedes comprar AQUÍ), menciono precisamente la importancia del músculo en la salud del perro y cómo es más importante de lo que pensaríamos, incluso para un buen estado mental, que se refleje en el comportamiento.

A propósito de estas razas de perros hiper-musculados, lo están porque tienen una alteración en el gen de la miostatina, una proteína que regula el crecimiento muscular. Porque un crecimiento desproporcionado, sin límite, implica hipertrofia y problemas añadidos de rigidez, movilidad, pérdida de funcionalidad, contracturas y otros problemas.

Perros hipertrofiados gen miostatina

Esta proteína se expresa con el sedentarismo, por lo que inhibiría el tono muscular. Y esto se asocia directamente con osteopenia que es una de las causas de muerte en individuos senior, hablo de humanos. Y además con enfermedades degenerativas, metabólicas, osteoporosis, disbiosis, inflamación y estrés oxidativo.
Lo mismo observamos en los perros. Una pérdida de masa de muscular con la edad.
El metabolismo del músculo y la actividad física están relacionados con el uso de la glucosa y los lípidos, y la actividad de la insulina.
Al practicar ejercicio, el hígado inhibe la producción de miostatina, y el músculo puede desarrollarse.

Y, ¿ qué tiene que ver el músculo con el comportamiento canino ?

El músculo se considera desde hace un tiempo un órgano endocrino que regula procesos hormonales e interviene en el metabolismo. Con el ejercicio físico, secreta mioquinas (citocinas y otros péptidos) que son unas sustancias que el músculo podría utilizar para comunicarse con sus propias células y el resto de órganos, y lo hace a través del torrente sanguíneo. Y actuarían regulando la respuesta inflamatoria, mejorando la sensibilidad a la insulina y disminuyendo la presión arterial. A esto se sumarían efectos positivos en la corteza frontal relacionados con la memoria y el aprendizaje. Y aquí está la relación con el estrés, la ansiedad y la conducta.
Por otro lado, también sabemos de la relación de la ansiedad con la tensión muscular, que mantenida en el tiempo en forma de estrés crónico disminuye el flujo sanguíneo y la oxigenación de los tejidos, causando dolor y rigidez. Por eso junto con el ejercicio, o la dieta, las terapias manuales son muy recomendables 💯

¡Pero, no todo tipo de ejercicio vale!

Y vuelvo al video del que hablaba, en el que se proponen diferentes opciones, dependiendo del perro, su contexto, y preferencias. ¡Con lo que estoy completamente de acuerdo!
Sin embargo, una de las primeras propuestas es la cinta de correr. Algo que pensaba que había quedado muy atrás, al dejarse de emitir el famoso programa americano de TV sobre educación canina.
Por si un día llueve, o no tienes tiempo de pasear 😱
Mi opinión sobre esas cintas es que son un mal invento, esto para las personas. Pero al menos, eliges tú. Obligar al perro a moverse de esa forma anti natural no le beneficia en cuanto a musculatura, ya te lo digo, y menos aún a nivel mental. A ambos niveles le puedes causar estrés, lesiones y daño. Es una mala idea.

Y hay varias razones adicionales por las que de manera general se puede desaconsejar su uso:

  1. Adaptación. Los perros necesitan tiempo para adaptarse a la cinta de correr, y este proceso puede ser estresante para ellos. Si estás pensando en ejercitar a tu perro para tratar problemas de comportamiento, esto puede resultar contraproducente.
  2. Lesiones. Las cintas de correr pueden ser peligrosas para los perros si no se usan correctamente. Los perros pueden resbalar y caer, lo que puede causar lesiones en las patas, rodillas o caderas. Además, si un perro se cansa pero la cinta sigue en movimiento, puede forzar su cuerpo más allá de sus límites, lo que puede resultar en lesiones por sobreesfuerzo. Cachorros están fuera de debate, igual que perros senior y otros que puedan tener dolencias orgánicas o degenerativas, a nivel articular, muscular y óseas.
  3. Falta de estimulación mental. Los perros necesitan ejercicio físico y mental. Las cintas de correr proporcionan ejercicio físico intenso, pero no ofrecen la estimulación mental que tiene una actividad física en un entorno abierto.
  4. Supervisión. Los perros deben ser supervisados mientras usan una cinta de correr para evitar accidentes. Si pensabas en utilizarlo por no tener tiempo para pasear……….. igual te sale «rana» el tema.

Hacer ejercicio y que el perro se mantenga en forma sí es una buenísima idea, pero se trata de a la vez darles la oportunidad de explorar, jugar y disfrutar de la naturaleza de la manera más auténtica.
Los perros necesitan correr libremente, saltar, olfatear y descubrir el mundo que los rodea. Oportunidades para ejercitar su cuerpo y mente. Y la naturaleza es el gimnasio perfecto. No solo les permite fortalecer sus músculos y mantener un peso saludable, sino que también les brinda la estimulación mental que necesitan. Los contextos naturales fomentan su instinto natural, mejoran su socialización y les permiten vivir experiencias enriquecedoras.

Prioricemos el bienestar de nuestros perros con ejercicios que les permitan ser ellos mismos, en entornos donde puedan expresarse libremente. ¡Sal ahí fuera y muévete con tu perro!

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