El material de los bebederos importa, y mucho

Un aspecto del que se habla con impacto tanto en la salud humana como de los animales es la calidad del agua. Cada vez hay más estudios y divulgaciones acerca de cómo los contaminantes del agua dañan nuestro bienestar, y cómo debemos garantizarnos un buen consumo en cantidad y calidad, y exigir además a los organismos reguladores que hagan lo posible por asegurarla a través de la red general.

Sabemos que el agua embotellada en plástico, a pesar de ser mineral, puede estar causando daño por los contaminantes del plástico, y una recomendación general es obtenerla en cristal, o trasvasarla nada más comprarla para minimizar el contacto con los plásticos.
Cuando hemos optado por un sistema de purificación en casa, esta preocupación desaparece porque la consumimos directamente en vasos, que, por norma general, son de cristal.

Pero, ¿de qué material son los bebederos para perros?

Entre las opciones del mercado, los habituales bebederos de perros son los metálicos, de plástico, silicona, cerámica o cristal. Vamos a ver cuáles son los pros y contras de cada uno, y los más recomendables.

1. Bebederos de acero inoxidable. Durante mucho tiempo, y todavía hoy, es habitual encontrar en las tiendas especializadas de animales y otras, bebedores de tipo metálico, de acero inoxidable. Puede que sea lo primero que nos viene a la mente, y es posible que sea lo que utilizamos.

Como en todos los casos, la calidad va a importar, y mucho. En el caso de esta opción, deberíamos elegir solo un acero inoxidable seguro para el contacto con alimentos, y en bebidas y de grado humano. Algunos productos son similares al acero inoxidable, pero son solo cromados o galvanizados, lo que hace que se oxiden y filtrarán partículas del contenedor dentro del agua.

En ocasiones, la falta de regulaciones concretas hace que puedan encontrarse en el mercado algunos materiales fabricados con metales pesados, incluso hace unos años se retiraron de la venta en Estados Unidos unos cuencos de acero en los que se detectó material radioactivo.

Si piensas en utilizarlo con alimento, el contacto puede ser breve, tan solo en los momentos en los que el animal come. Pero no es así cuando se utiliza como cuenco para beber. El agua debe estar a disposición permanentemente (esto es muy importante), y hace que el material se agriete u oxide, y entren en contacto con el líquido las partículas incluidas en su fabricación.

2. Bebederos de plástico. Otra de las opciones utilizadas es el plástico. Las posibilidades en bebederos de plástico son muchas, y también las calidades. En general, podemos considerar que son de durabilidad alta, y que difícilmente se romperán. Deberían poderse lavar fácilmente a mano y también en el lavavajillas.

Como aspecto en contra estaría el hecho de que muchos de estos materiales contienen contaminantes que entran en contacto directo con el agua. Como ejemplo de estas partículas están el bisfenol, y los ftalatos que se han relacionado con reacciones disruptoras endocrinas. Esto puede tener un impacto en la salud del animal, se relaciona con algunas enfermedades hormonales, neurológicas, etc.

Con el uso y el tiempo el plástico se raya o fisura, lo que permite que se acumulen bacterias potencialmente patógenas. Se ha visto que algunos perros tienen reacciones cutáneas al plástico, alergias, dermatitis, picores.
Elegir el plástico puede no ser la mejor idea si el perro es un cachorro o joven, ya que podrían morder y dañar el cuenco, con riesgo no solo de dañarlo, sino de ingerir algún pedazo.

3. Bebederos de cerámica. Los cuencos de cerámica son comunes y la recomendación en este caso sería optar por un material cerámico de alta calidad protegido por esmalte, también de grado humano. Estos materiales tienen dos problemas principales. Uno es este esmalte, que si bien protege, en ocasiones está fabricado añadiendo metales pesados contaminantes como plomo y cadmio.

El otro es el desgaste de la capa de esmalte, que haría que se incremente la porosidad y con ello sea más difícil su higiene. Como en el caso de los plásticos, esto, junto con posibles grietas o fisuras, daría lugar a proliferación de bacterias. Además, tiene un mayor riesgo de romperse que otros materiales, si se cae o se golpea.

4. Bebederos de cristal. Los cuencos o bebederos de cristal son una opción más frágil, que puede romperse más fácilmente. Pero que se limpian de forma sencilla y no tienen porosidad. El riesgo de bacterias con una buena higiene se minimiza, y es nula por porosidad.

5. Otras opciones de bebederos. Un material interesante a considerar es el bambú, que es natural y que tiene propiedades naturales antibacterianas. Además, son fáciles de limpiar, tanto a mano como en el lavavajillas. El problema principal puede estar en la disponibilidad y el precio.

Otro material que se ha estudiado en el laboratorio y que puede ser interesante en cuanto a un menor índice bacteriano es el cobre. Aunque no es concluyente, se estima que las propiedades de estos materiales podrían mejorar los riesgos que otros materiales como el acero, la cerámica o el plástico presentan en este sentido.

Recomendaciones generales


En general, ten en cuenta que la elección de los contenedores de agua, los bebederos para tu perro o gato, son un factor para su bienestar y salud más importante de lo que parece. Independientemente de la elección, la higiene y el lavado diario son necesarios.

Por otro lado, la toxicidad de los materiales con los que se ha fabricado, o la sensibilidad a proliferación bacterianas, con riesgo de zoonosis (transmisión a los humanos cohabitantes), son los principales puntos de atención. Esto puede afectar a la función de sus órganos y en su comportamiento. Como siempre, la prevención es la mejor medida. Pero si tu perro tiene algunos problemas de salud o estás evaluando aspectos de su conducta, considera tanto la calidad del agua, como el recipiente que utilizas.

Después de utilizar todas las variedades posibles, haber analizado pros y contras, y también en base a la experiencia, mi recomendación sin duda sería el cristal. Puede ser más frágil, pero es sencillo encontrar todos los tamaños y grosores por precios muy asequibles. Cuando son sólidos, el peso hace que no se muevan, por lo que no hay riesgo de que el perro se dañe. Como siempre, cada perro es diferente.

Observa sus hábitos, y valora por encima de todo su seguridad.

Referencias:

  • Coralie Wright (BSc (Hons) Bioveterinary Science) y Aisling Carroll. 2018. Evaluación microbiológica del agua de bebida canina: el impacto del material de construcción en la cantidad y especies de bacterias presentes en los bebederos. Hartpury Research
    Journal.
  • Nowak, S. 2022. Asesoramiento a los clientes sobre la selección de tazones de comida. Notas Nutricionales.

Comparte esta entrada: