La primera dificultad con la ansiedad canina es saberla identificar.
Lo que vemos suele ser reactividad, miedo, impulsividad, hiperactividad, excesiva alerta o agresividad, hacia otros perros, personas, objetos, problemas para estar solo, ladridos, deposiciones inadecuadas o todo a la vez. Pero esto es solo la expresión de un mal estar, de una «alarma» que es la ansiedad de que algo no está bien.
Y lo que sucede normalmente es que ese «algo» es multicausal, son diferentes aspectos que están causando el problema. Es posible que empezara con cierta predisposición, a lo que varias de esas causas se solaparon en el tiempo. Hasta hacerse visible, y a menudo, convertirse en una preocupación o un problema de convivencia.
Durante años he estado investigando sobre la ansiedad, intentando comprenderla, entender cuáles son esas causas y cómo podemos desde el hogar intervenir.
En mi libro «La cruda ansiedad canina» y en mi webinar encuentras información detallada, puede ser recomendable que eches un vistazo si tienes dudas. Pero si lo tienes claro, y quieres que te ayude de forma personalizada, dale al «CLICK» y hablamos.
Para convivir en paz,
para recuperar el equilibrio
y el tempo de forma natural
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