Nuestros perros son seres sociales y emocionales. Como a nosotros, el día a día puede sobrepasarles a nivel emocional.
El ritmo y la velocidad con la que vivimos tiene mucho que ver, sin olvidar la nutrición, exposición a toxinas, y aspectos más sutiles como no ser entendidos, o haber pasado por experiencias traumáticas.
De forma bien intencionada, a veces pensamos que les damos todo lo que pueden necesitar, y sin embargo, para cada perro en particular, puede haber diferencias. Sabemos por ejemplo que el paseo es positivo, pero cuánto, con qué ritmo, qué estímulos, o en qué zonas puede convertirlo en una experiencia estresante.
Uno de los primeros pasos es entender qué necesita nuestro perro, como especie y como individuo particular. Igual de importante es reconocer las señales, su lenguaje y comunicación, que es clave para la convivencia entre especies.
La observación es fundamental, saber diferenciar lo que es normal de lo que no, o entender cómo y qué nos están comunicando nuestros perros, requiere de habilidades. El acompañamiento y una visión externa son de inestimable ayuda.
Estar informado y formado te va a dar la preparación, el poder para realizar los cambios que necesitáis. Pero en ocasiones, una guía, una mirada externa y sin juicios, puede convertirse en el acelerador que justo necesitáis para asegurar el camino.
En estas consultas te voy a guiar a través de la observación y análisis de vuestro entorno, para encontrar las causas, y no los síntomas, de posibles situaciones que pueden ser problemáticas para la convivencia, o que están afectando a la salud emocional o física de tu perro. Vamos a aplicar lo que nos dice la ciencia en la práctica, de manera muy sencilla, para que tengas recursos para actuar en cada momento, a lo largo de cada día.
La consulta contratada incluye propuesta personalizada de un plan educativo y consulta de seguimiento.
Para convivir en paz,
para recuperar el equilibrio
y el tempo de forma natural
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