¿Cómo funcionan las flores de Bach?

Las esencias del sistema floral del Dr. Bach se basan en la idea de que las vibraciones de cada persona y animal, son diferentes según su estado emocional. Y que cuando sus sentimientos, pensamientos y actitudes se negativizan, esto se traduce a nivel físico al cuerpo causando desequilibrio y enfermedad.

El sistema floral del Dr. Bach funciona a nivel energético y vibracional. Sus remedios no contienen principios bioactivos, son por tanto inocuos. Esto convierte el sistema floral de Bach en una técnica segura y que puede complementar cualquier terapia o tratamiento.

La energía de las plantas se extrae con sencillos métodos; solarización o ebullición, y pasa al agua que es posteriormente conservada. Cada una de las esencias actúa sobre distintas emociones, facilitando el equilibrio y potenciando la capacidad interna de cada ser de auto sanarse.

¿Qué base científica tienen los remedios de Bach?

Esta explicación la apoyan miles de testimonios desde hace décadas, y ha impulsado a numerosos investigadores a realizar experimentos empíricos, muchos con éxito (se mencionan más abajo). Sin embargo, hay una pieza pendiente, la ciencia todavía no encuentra explicación de qué procesos químicos, físicos o fisiológicos son los que estarían implicados en el funcionamiento de las esencias florales. Dice el científico Pankseep que la ciencia se ocupa de explicar el “cómo”, pero no el “por qué”.


El propio Dr Bach pidió en sus escritos que se tratara de dejar la ciencia fuera de su sistema floral, sabía que estaba lejos de poderlo probar. Tampoco Hipócrates podía probar que la salud empieza en el tracto digestivo, sin embargo, tenía la certeza. El tiempo (mucho), le ha dado la razón.

Sin embargo, buscar explicaciones forma parte de la naturaleza humana, muchos necesitamos comprender, y en ese ejercicio, encontrar evidencias. Lo son los cientos y miles de casos que se han documentado, junto con otros estudios de base científica. Son pocos, no obstante, los que profundizan en el proceso, bioquímico, físico, o fisiológico del funcionamiento, el “cómo”.

¿Cómo se relacionan los remedios de Bach con otras teorías científicas?

Bach no ha sido el único científico que entendía el universo formado de energía, una fuerza vital que pensaba, poseían todos los seres vivos y objetos.
La física cuántica de Albert Einstein y sus contemporáneos, estudió las partículas subatómicas, y reveló que las energías se comportan de diferente manera según lo que el observador espera ver.

Todo en el universo está formado de energía vibracional. La materia vibra a diferentes frecuencias y estas diferencias en vibración hacen a su vez que las cosas parezcan y se sientan de diferente forma. Esa energía está alrededor de nosotros en la forma de ondas de radio, rayos x, infrarrojos, ondas de pensamiento y emociones.


Ya en 1939, el técnico eléctrico ruso Semyon Kirlian pudo fotografiar, en un primer momento por accidente, la energía alrededor de distintos objetos. La fotografía Kirlian utiliza frecuencias de pulsaciones de alta tensión para captar los campos de energía radiante que rodean a todos los seres vivos, lo que muchos denominan “aura”. A esta técnica también se la conoce con el nombre de visualización de descarga de Gas o GDV.

Posteriormente, otros científicos rusos declararon que existe en todos los seres vivos, un campo de plasma energético.

Muchos creen que esa fuerza energética que también tendríamos las personas sería una dualidad inseparable junto con nuestro cuerpo, hasta el momento de la muerte física. De manera que, cuando se producen desequilibrios en el plano energético afecta de igual manera al físico, provocando a la larga la enfermedad.

Culturas ancestrales han tratado la curación considerando el campo magnético humano como un principio básico para conseguirla. Los hindús denominaban Prana a la fuerza vital que impregna todas las cosas, y los chinos denominaban esta energía Chi, que, si estaba desequilibrado en una persona, resultaba en mala salud.


En el siglo XVIII, el médico austríaco Franz A. Mesmer (1734-1815) propuso la teoría de que todos los seres vivos estaban constituidos por un “fluido magnético”. Lo que permitía que fuesen influenciados por campos magnéticos. Con base en esas ideas, aseguraba que podía curar enfermedades a través del contacto de partes del cuerpo con imanes y otros objetos imantados, y de ahí pasó a la práctica. Sin embargo, no demoró mucho para que sus procedimientos fuesen desenmascarados como puro charlatanismo (Crabtree, 1993).


Lo que Mesmer no podía saber en su época, es que, de hecho, los seres vivos generan campos magnéticos. Hoy las relaciones entre el magnetismo y los organismos, no sólo en el hombre, sino también en animales y plantas, conforman el campo de investigación del biomagnetismo.

También gracias al avance de la ciencia, se sabe que los tejidos de los órganos y sus reacciones bioquímicas generan campos magnéticos, corrientes en el sistema nervioso. Los eléctricos del corazón y cerebro habían podido ser detectados y estudiados con anterioridad.

Pero los magnéticos, de una intensidad mucho menor, se pueden estudiar con el magnetómetro SQUID (Dispositivo Superconductor de Interferencia Cuántica) que puede trazar campos biomagnéticos de los procesos fisiológicos del cuerpo. Este método se está utilizando a nivel de diagnóstico para enfermedades como la epilepsia, detectando actividades irregulares en el cerebro, aun cuando el electroencefalograma resulta normal. Y en otras disfunciones orgánicas.


El cuerpo es un conjunto de moléculas con energía, generan un campo electromagnético que va a través de la columna vertebral a través de un flujo magnético que es más conveniente cuando los ejes de las fibras son paralelos y alineados. Las desviaciones reducen la fuerza del campo magnético y las cédulas pierden por tanto información.


Muchos científicos y profesionales de la medicina occidental incorporan desde hace años técnicas de sanación energética complementarias basándose en estos descubrimientos. Y con seguridad es una tendencia que irá creciendo paulatinamente. Todos estos métodos ayudan al cuerpo a potenciar la capacidad de auto curación que posee de forma natural.

¿Qué evidencias disponemos sobre las flores de Bach?

Los remedios florales son ayudantes que contribuyen a restaurar el equilibrio de las emociones y con ello, a prevenir la enfermedad, o facilitar la autosanación. Se dirigen a la causa emocional y no al síntoma.
La forma en que lo hacen puede estar relacionada con la energía de las plantas y su influencia en nuestras cédulas a nivel molecular. Que estaría en línea con las investigaciones del premio Nobel Luc Montagnier, que afirma que el agua líquida puede contener y guardar moléculas biológicas.

Curiosa sobre el comportamiento del agua es la investigación del científico Masaru Emoto, que sorprendió al mundo con su experimento de las formas de agua helada sometidas a distintos tipos de frecuencia melódica. Y lo llevó más allá experimentando, con el mismo resultado, con frases positivas y negativas. La forma más hermosa que el agua formaba resultó, curiosamente, cuando se la exponía a frases de gratitud.

El Dr Bach pidió alejar la ciencia de su sistema, sabía de la dificultad de encontrar evidencias en su época. La principal dificultad de los experimentos parece estar en la necesidad de ofrecer un tratamiento individualizado, y la capacidad del investigador o terapeuta de identificar adecuadamente los remedios a utilizar.

El Centro de Psicología Virtual (Cepvi), centro español, creado en el año 2002, refiere que han sido pocos los estudios con flores de Bach realizados correctamente. Probablemente el centro que más investigaciones arroja es el Grupo Científico de Investigación del Sistema Diagnóstico Terapéutico de Edward Bach (GC-Bach), dirigido por Boris C. Rodríguez. Otros centros, organizaciones o universidades han realizado igualmente investigaciones interesantes, como las que publica SEDIBAC.

Edward Bach aportó cientos de casos documentados a los que a lo largo de los años se han ido sumando miles. Y es uno de los principales motivos por los que crece su interés y uso. Y por lo que son muchos los profesionales de la psicología, medicina y centros de salud que los recomiendan.


Tiendas especializadas de animales, consultas veterinarias, farmacias y comercios online son solo algunos ejemplos donde se pueden adquirir los remedios de las Flores de Bach. Lo más frecuente es el remedio llamado “rescate”, el más popular y que se recomienda más a menudo. Pero hay mucho más, ya que el sistema está formado por 38 remedios.

Que se acompaña de un ejercicio de adquisición de conciencia y de autoconocimiento, de observación y análisis interno. Este ejercicio permite entender el origen del problema, principio de la sanación y elegir las esencias florales adecuadas.

Para cada situación, un remedio de Bach diferente.

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